miércoles, 11 de junio de 2008

Si supieras...

Cuando todo marcha bien...

a9

Cuando todo marcha bien
Serafín Alarcón

Lc17:
11 Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea.
12 Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos
13 y alzaron la voz, diciendo: !!Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros!
14 Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes.(B) Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados.
15 Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz,
16 y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano.
17 Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están?
18 ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero?
19 Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.

Que bueno es cuando todo en nuestras vida marcha bien, cuando el sol brilla en nuestros rostros y la brisa fresca de la vida acaricia suavemente las mejillas del corazón. Si, que bueno es...
Que bueno cuando una oración es contestada afirmativamente y mucho mejor si se da en el tiempo mas corto posible. Que maravilloso cuando después de haber perdido un empleo el Señor provee otro, en ocasiones mejor. Cuando nos sana de una enfermedad, cuando nos ayuda en una prueba, examen, reto.

Maravilloso, beneficioso nos ha sido conocerle y sin embargo...
Cuan rápido en ocasiones olvidamos el compromiso, las promesas de fidelidad, el voto a proclamar su nombre. Cuan poco le recordamos a otros lo que Dios ha hecho en nuestras vidas, las casi infinitas ocasiones en que su fidelidad ha sido la orden del día.
¿Por qué? ¿Por qué olvidamos tan rápido? Por qué será que después que nuestra oración es contestada no hay acciones de gracias trascendiendo las palabras...

En Lc 17.11 La escritura narra la historia de diez hombres leprosos que fueron sanados por Jesús. Tan solo uno de los diez regresa para dar gracias y alabar por lo que Dios había hecho en su vida, irónicamente este era samaritano. Tengamos cuidado hermanos... Cuidado que un inconverso, un samaritano, sea mas agradecido o tenga mayor conciencia que nosotros que tanto en ocasiones nos jactamos de ser el "pueblo de Dios"... Cristo desea que vayamos mas allá de ser cristianos de "stickers" en los parabrisas de los autos. Él desea, y hoy nos recuerda que ser cristiano trasciende cualquier concepto denominacional y religioso.

Que bueno cuando todo esta bien. Cuando la vida nos sonríe. Pero, si fuese diferente... ¿Alabaríamos?

Sal.103:1-2¡
Bendice, alma mía, a Jehová, Bendiga todo mi ser su santo nombre.
Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios.

Tablitas del Señor
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