martes, 10 de marzo de 2015

Concéntrate en el estudio, la enseñanza y la predicación bíblica.

*Concéntrate en el estudio, la enseñanza y la predicación bíblica*

Es imposible saber que no es de sana doctrina, si PRIMERO no conozco lo que sí es BÍBLICO y sobre todo viene de DIOS. Mucho se habla de los falsos maestros, doctrinas equivocadas y manipulación del evangelio. En el tiempo en que Pablo escribe a Timoteo, se dejaban entrever los males de la apostasía y las enseñanzas falsas dentro de la iglesia. Hoy más que nunca vemos muchos lideres con (buena intensión) enfocarse exclusivamente en denunciar esos falsos maestros. Pablo invita a Timoteo en no caer en ese error. Pablo exhorta a identificarlos, pero más aún a concentrarse en la predicación y en la enseñanza absoluta de la sana doctrina.

Soy de la opinión de Pablo. Estoy seguro que la forma asertiva de combatir los falsos maestros y sus enseñanzas destructivas es desde el estudio profundo de la PALABRA DE DIOS. Es decir, si como hombre de DIOS me dedico a la enseñanza bíblica y me concentro en una predicación sujeta a la dirección del Espíritu Santo, mis ovejas y hermanos tendrán las herramientas necesarias para por ellos mismos distinguir y sobre todo discernir que viene de Dios y que no.

1 Timoteo 4
Predicción de la apostasía
Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad.
Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias; porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado.

Un buen ministro de Jesucristo
Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido.Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad; porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera. Palabra fiel es esta, y digna de ser recibida por todos. Que por esto mismo trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen. Esto manda y enseña. Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio. Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.

Serafín Alarcón Carrasquillo / tablitas1.blogspot.com

sábado, 7 de marzo de 2015

Uno de esos días

*Ayer fue uno de esos días que te marcan*

 Ayer fue uno de esos días que te marcan. Comencé temprano, a eso de las 8.30 am en el pueblo de Mayagüez. Mayagüez queda a una hora y media de distancia de mi pueblo, Salinas. El camino es hermoso, lleno de extensas sabanas, mucha agricultura y sobre todo poco cemento. Una vez llegado a mi objetivo; sin dilación comencé a evangelizar en cada “fast food”, cada avenida que encontré a mi paso. Mayagüez tiene aire citadino, de modo que la crudeza de la vida se hace evidente en sus calles.

 Allí, en el estacionamiento de un “Burger King” conocí a Nelson. Según Él, contaba con treinta y nueve años. Por su forma de hablarme sospeché de inmediato que dentro de aquel cuerpo de treinta nueve años vivía un niño de unos doce o trece añitos. Me entiendes… Su edad cronológica no estaba a la par con su forma de hablar. Les digo amados que este hombre me habló con la inocencia, la ingenuidad que solo un jovencito puede hablar. Me comentó que llevaba meses en la calle deambulando y que tenía hambre. Recuerdo aún con claridad el entusiasmo que tenía al comerse unas papas fritas con queso que le compré a petición suya.

 Frente a mí, la figura de CRISTO se levantaba recordándome lo injusta que la vida puede ser para algunos. Con lágrimas en sus ojos me contaba como la gente en ocasiones se burlaba de Él y como había terminado en las calles. Su padre había muerto y el arrendador de la casa en donde vivía con este, lo lanzó a la calle. Ambos hablamos por largo rato en aquel estacionamiento, olvidando que el sol nos ardiese en el rostro. Entre llantos, papas fritas, consejos y una que otra sonrisa y alabanza pude ver lo necesario de este mi trabajo. Un trabajo que me queda demasiado grande, uno que en verdad a veces no sé ni cómo hacerlo. Nelson, ese niño de trece años en el cuerpo de un hombre de treinta y nueve, me enseño tanto en aquel instante. Al despedirnos nos dimos un abrazo, uno que según Él hace tiempo alguien no le daba. Se acaban las palabras… Quiero decir amada hermana, hermanito que lees estas letras… Para mí es un privilegio que compartas conmigo esta experiencia. Esta experiencia de servirle a un Dios infinitamente poderoso, pero al mismo sencillo, humilde y deseoso que alguien también le dé un pedazo de pan o un vaso de agua.

 MATEO 10:42 - Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.

 Serafín Alarcón Carrasquillo - tablitas del Señor / fiel1.blogspot.com