lunes, 27 de febrero de 2017

Que sea Dios

*Que sea Dios*

Cada tres meses tengo que visitar a mi médico para hacerme una evaluación pues padezco de diabetes. A mi lado se encuentra un caballero que conversa con otro y le comenta sobre un altercado que tuviera en el día de ayer.


Este le comentaba como se sintió tentado en usar un puñal y hacerse justicia.

Por mi parte pensaba en el Salmo que comparto con vosotros: Me alegraré y me regocijaré en ti; cantaré a tu nombre, oh Altísimo. Cuando mis enemigos volvieron atrás, cayeron y perecieron ante ti. Porque has defendido mi juicio y mi causa; te has sentado en el trono del Juez de justicia: Reprendiste a las naciones; destruiste a los impíos; el nombre de ellos has borrado para siempre. El enemigo ha sucumbido para siempre; sus ciudades has destruido; con ellas pereció su recuerdo. - Salmos:9:2-6

Y, es que cuando tenemos problemas con otras personas tendemos a resolver el asunto con nuestras propias fuerzas. Usamos de cualquier instrumento para hacernos justicia sin medir las consecuencias. Cualquier instrumento, así sea la violencia para sentirnos reivindicados.

Con el tiempo Dios me ha mostrado que la justicia del Señor es perfecta, que en ella podemos encontrar PAZ verdadera. Que no importa lo que pase, Dios tiene el método perfecto para darnos la victoria cualquiera sea la situación. Dejemos que sea Jesús quien nos de la victoria y nos haga justicia.

Serafín Alarcón Carrasquillo

martes, 7 de febrero de 2017

Deber cristiano

https://youtu.be/EEYeLRAFduE

jueves, 2 de febrero de 2017

Desde lo más profundo

*Desde lo más profundo*

Salmos 130:1-2


Desde lo profundo de mi desesperación, oh Señor, clamo por tu ayuda. Escucha mi clamor, oh Señor. Presta atención a mi oración.

Antes de salir a la calle me detengo en la sala de mi hogar y allí, nuevamente me enomiendo al Padre. Hoy mientras meditaba pensé en las muchas personas que hoy vería. Pensé con dolor al saber que muchas de ellas se encuentran en profunda desesperación.

Vidas sin fe y sin esperanza de vivir una vida plena y de PAZ. Por eso siempre de una manera u otra termino mi exhortación invitando a que hables a Dios en una base diaria. Que si hay duras pruebas y deseperacion busques su rostro sin mayor dilación.

Hazlo amada hermana, amado hermano rinde tu vida al Único que tiene la respuesta a todas tus preguntas.


Clama con fe desde lo más profundo de tu corazón.

Serafín Alarcón Carrasquillo