domingo, 16 de agosto de 2015

Nada me faltará

    
*Nada me faltará*

Salmos 23:1 - 2 -  Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará.

Lo primero que hago siempre que llego de la calle es cenar. Amarilis siempre me recibe con algún plato verdaderamente exquisito. Hoy fue pasta y su acostumbrada carne con sabor a !GLORIA!. Les digo que estaba fenomenal. Ya en otras ocasiones he compartido con vosotros el talento de Mary en la cocina. Y que me dicen de Clarimar, no hago más que entrar por la puerta y me da uno de sus acostumbrados recibimientos. ¿Recuerdan a Dino, el de Pedro Picapiedra? Siempre que su amo llegaba a casa lo recibía con un salto grande. Clari me hace igual todas las noches cuando llego. Para mi este asunto de ser padre y esposo es la mayor bendición que halla tenido después de haber conocido a Jesucristo. !Bendice, alma mía, a Jehová!

Esta mañana caminé una comunidad llamada LA MARGARITA en el pueblo de SALINAS. Marché por sus calles por espacio de dos horas y la experiencia fue más que grata. Allí me tope con algunos hermanos que ya me conocían de otras visitas. Conversé con muchos de ellos, en su mayoría gente mayor o retirados. Una de las hermanas con las que compartí me dijo que había perdido a su hija y ahora su nieta vivía con ella. Me confió que la muerte inesperada de su hija a marcado a toda la familia. Con lagrimas en sus ojos esta mujer se desahogaba admitiendo que el dolor en ocasiones era demasiado fuerte. Yo, por mi parte le dejé hablar y me limité a decirle que buscase más de Dios, que leyera la palabra y que le pidiese dirección al Espíritu Santo. Oramos y hablamos un rato hasta despedirnos.

En ocasiones vamos a tener que pasar por valle de sombra de muerte, como diría el Salmista. Pero, Dios nos garantiza su dulce compañía aun en esos callejones tenues de la vida. Mientras escribo estas líneas salta a mi memoria otra conversación que tuviera con una mujer joven, madre soltera. Esta me confió que su hijo de 11 años últimamente se ha tornado violento. Me dijo que el niño toma medicamentos y que ella teme le afecten otras áreas de su cuerpo. Que triste, tan jovencito y ya es casi esclavo de una droga para que su conducta sea relativamente aceptable. Si tan solo buscásemos más de Dios, si nuestra fortaleza se cifrase primero en Cristo y después en los medicamentos y Psicólogos…

En la tarde estuve en el pueblo de COAMO y allí caminé dos comunidades hasta que por fin bajó el sol. Fue una tarde hermosa vestida por nubes color rosa acompañadas por una brisa de campo adentro. Sin duda con DIOS nada me faltará.

SALMO 103:2 - Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios.

Serafín Alarcón Carrasquillo - Diario de un Caminante 5-2009 - fiel1.blogspot.com