jueves, 20 de marzo de 2008

Presos del alma

Presos del alma
Presos del alma,
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Una migaja tuya me es mas que suficiente
Por Serafin Alarcón

Mr. 7:26-29
26 La mujer era griega, sirofenicia de nación; Y le rogaba que echase fuera de su hija al demonio.
27 Pero Jesús le dijo; Deja primero que se sacien los hijos, porque no está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos.
28 Respondió ella y le dijo; Sí, Señor; pero aun los perrillos, debajo de la mesa, comen de las migajas de los hijos.
29 Entonces le dijo: Por esta palabra, vé; El demonio ha salido de tu hija.

Esta es una de las pocas historias en donde Cristo muestra aparente indiferencia ante el dolor de otra persona. La historia relata que una madre de nación “pagana” tenia una hija que estaba poseída por un demonio... Ella se acerca a Cristo para pedirle que intercediera por su hija, que le ayudara en aquella grave necesidad y la respuesta inicial del Señor fue insospechada. Nadie esperaba tal frialdad de su parte. Sus palabras evidenciaban dureza al decirle que no estaba bien darle la bendición de los hijos, en este caso el pueblo judío, a ella que era de nacionalidad sirofenicia.
De pronto nos encontramos con un Jesús casi a la forma de los fariseos. Poco le falto a la metáfora convertirse símil al usar la imagen de un perro. Que respuesta tan dura, una demasiado inesperada.

Y así es la vida... Así todos los días se abre nuestro diario. Afloran comúnmente paginas perfumadas por él desanimo, la decepción y el desencanto. Entonces, sin darnos cuenta se inunda el ser de baja autoestima porque esperábamos de alguien algo que nunca se dio. De nuestros padres, de nuestra esposa, de los hijos, del vecino, del Jefe, de la abuela... De tantos y sin embargo... Entonces nos decimos: ¡Nadie me quiere escuchar, nadie me comprende! Y la avalancha de autocompasión se desenvuelve como se desenvuelve un rollo de papel para envolver regalos. Pero, que Cristo no me quiera escuchar... ¡Eso no puede ser! Diríamos.

Dios sí desea escucharnos y en efecto nos escucha, atiende y por sobre todo nos comprende. En el caso de la mujer sirofenicia su aparente apatía solo fue la primera impresión.
Sin embargo, que mujer... Su respuesta sorprendió al Señor cuando le dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos, debajo de la mesa, comen de las migajas de los hijos.
Sorprendamos a Cristo con una respuesta de tal naturaleza, tengamos fe aunque el Señor aun no nos conteste. Y digámosle igual que esta mujer: Señor, una migaja tuya me es mas que suficiente.

Serafín-Tablitas del Señor
http://youtube.com/ta1blitas

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¡Estoy vendiendo alcapurrias!
Por Serafín Alarcón

Eran casi la 1.00pm y estaba el sol en todo su apogeo. Como de costumbre estaba evangelizando en una urbanización de Ponce y cuando llame a una casa salio un muchacho. Le entregue una tablita y brevemente le hable de Cristo. El muchacho me dijo que no me fuera pues en la parte posterior de la casa había una iglesia y pronto se acabaría el culto.
-Deseo que conozcas a nuestro pastor y él vea lo que estas haciendo...
Me dijo.
De modo que espere por varios minutos bajo aquel sol de Ponce, de pronto se abrió la puerta nuevamente y salió el pastor todo encorbatado, afanado y agitado diciendo:
-¡Siervo, no te puedo atender ahora, estoy vendiendo alcapurrias a los hermanos de la iglesia!.
Y sin decir otra palabra cerró la puerta.
¿Se imaginan lo que pensé? Así están las cosas...
Un pastor recibe la visita de alguien evangelizando y su respuesta es: "No te puedo atender porque estoy vendiendo alcapurrias".

¿Tendría temor de que se le fueran los feligreses y no pudiera vender sus alcapurrias? ¿Estaría preocupado por la dieta de estos? ¿Seria que no habían desayunado y todos estaban hambrientos y deseosos de comerse una rica y grasosa alcapurria? Admito que uso un tono irónico, pero es tan poco el espacio que aquel hombre me deja aun para especular... Quiero decir, su afán por vender o por lo que fuera, solo trajo a mi memoria la historia de Marta y su hermana María y como la primera estaba pendiente a asuntos de poca relevancia espiritual mientras la otra recibía con agrado las palabras de Cristo. Al final, solo el Señor sabe que distraía tanto aquel pastor...

Nuevamente me pregunto: ¿Seria tan importante la venta de alcapurrias?

Lucas 10:40-41
40 Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude.
41 Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas.

Tablitas del Señor
http://es.youtube.com/watch
?v=sDeIay2I2dM
http://es.youtube.com/watch?v=VGcCoVVPLb0
http://es.youtube.com/watch?v=bNgS7JiGVS8

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Nadie sabe...
Serafin Alarcón

"Nadie sabe lo que esta en la olla mejor del que la menea... Dice el viejo proverbio Jibaro. Y es cierto, nadie sabe mejor que tú cual es tu dolor, tu preocupación, afán o ansiedad... Todos podemos opinar y algunos se atreveran hasta recetar las mil razones del porque estas pasando por esta prueba. Al final, nadie lo sabe con certeza pues eres tú quien lleva esa carga... ¿Me entiendes?

Conozco una persona que se identifica contigo hoy mejor que nadie en todo el universo. Jesús, él ha visto tu vida aun desde que estabas en el vientre de tu madre. El conoce tus temores, angustias y desvelos. El si lo sabe. Deseo que hoy, no mañana, hables con Dios y dejes que él consuele y sane todas las heridas.

Fil 4.6
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.

Tablitas del Señor
http://es.youtube.com/watch?v=sDeIay2I2dM
http://es.youtube.com/watch?v=VGcCoVVPLb0

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