miércoles, 12 de diciembre de 2007

Cara a cara

Cara a cara
Cara a cara,
originally uploaded by tablitas1.
Querido Viejo
Serafín Alarcón

Querido viejo, te escribo esta carta esperando que cuando llegue a tus manos entiendas lo que siento por ti. Padre, pronto se ha de celebrar el día de los padres y deseo expresar mi agradecimiento por todas las bendiciones que me has dado, a veces sin merecerlas. Gracias por tu paciencia y compasión, gracias por tu consejo siempre sabio y oportuno. Padre mío, gracias por llevarme seguro a la escuela, por levantarme con buen animo, por acomodar la almohada para que siempre tuviese dulces sueños.
Papá... viejo mío; ¿Recuerdas cuando un día te dije que me quería ir de casa? ¿Que deseaba hacer mi vida a mi forma? Como olvidar tu rostro triste al darme la heredad que nunca había sudado con mi frente. Y sin embargo, sin protesta me la diste, me diste la oportunidad de caminar por mi propia cuanta sabiendo bien que no estaba listo y sobre todo preparado. Tu viejito amado me dejaste caminar, me diste libertad de criterio y yo... Yo tantas veces ingrato.

Recuerdo cuando ya no me quedaba dinero, cuando estaba allí comiendo con los cerdos y tu rostro vino al mío pensamiento, recordé en que forma me había ido y como tu me despediste:

-Hijo, si deseas partir... Mas si un día quieres regresar aquí te estaré esperando.

Esas fueron tus palabras; ¿Lo recuerdas padre?
Por eso, sin pensarlo mucho salí de aquel lodazal y corrí hacia la casa con el alma avergonzada, con mi conciencia atormentada. Corrí y corrí por tantos lugares hasta poder llegar a las tierras de mi hogar. A lo lejos una figura vi, era la tuya que estaba en el mismo lugar en donde me habías dejado. Estabas allí parado como quien espera un barco. Llore en aquel instante Padre, pues reconocí lo que había dejado, el padre al que yo había abandonado.

Entonces desde lejos tu también me reconociste y abriste tus brazos como se abren las puertas de las iglesias los domingos. Me gritaste hijo, me dijiste ven. Nuevamente corrí, corrí hacia ti mas que contento, mas que emocionado al saber que tu siempre a mí me habías perdonado. Ya en tus brazos, y mirándome al rostro con una amplia sonrisa me dijiste:

-Hijo mío has vuelto, no sabes cuanto te he esperado.

No supe que decir, no sabia en verdad que palabras pronunciar que no fueran perdón. Llamaste a todos, pusiste anillo en mi dedo, mataron un cordero y me pusieron una capa. Querido viejo, cuan afable eres y yo sin merecerlo.
Me amaste primero, seguro que me amaste primero.

Ya han pasado algunos años y no estoy contigo físicamente, por eso te escribo estas líneas para que sepas que todo en mi vida anda bien. Ya tengo familia propia, yo también soy padre... ¿Sabes, papá? Hoy te escribo esta carta contento pues con los golpes aprendí mi lección. Hoy al mirar la carita de mi hijo me doy cuenta lo que sentiste tú cuando de ti me aparte. Hoy por fin sé lo que sufriste cuando de ti yo me aleje querido viejo.

Gracias por tu apoyo, gracias por tu consistente perdón.
Felicidades, muchas felicidades en tu día Papá.

Tu hijo que te respeta y por siempre te ama.

Prodigo.

Lc 15. 32 Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.

Tablitas del Señor
http://www.tablitas.9f.com
http://www.youtube.com

No hay comentarios: