Gracias Dios
Serafín Alarcón
Eres tú mi siervo, eres tú mi hijo.
Un día susurraste al oído.
Declaración de amor inesperada,
Paloma blanca anclada en mi animo.
Hace mucho tiempo por tus consejos desee
andar, por tus luces yo vibrar...
!Volar! !Ah! Volar...
¿Quien pudiere de verdad
libre al viento derribar el cielo con solo
una mirada de fe?
Redimidos de todo peso, del lodo de un
pasado que solo sirve para avergonzar...
El peso de una mente inundada de malos
recuerdos.
El peso de una vida con sazón a cobre en
pensamiento.
Una vida vestida por antiguas violencias.
Apareces, declamas tu declaración de
amor aroma a canela y sabor a miel en
mis entrañas.
Pintas y esculpes en mi alma una sonrisa.
Eres tú mi siervo, eres tú mi hijo.
Un día susurraste a mi oído...
Aquel día me diste la oportunidad de
hablar a otros de ti. Ese día hiciste de mi
lápiz, brazo y verbo.
¡Volar! Y llegar al tercer cielo y cara a cara
descansar en tu mirada.
No es igual el tiempo, los hombres no
hablan igual.
Lo se, lo tengo claro.
Gracias Dios, gracias por hacer de mi tan
solo un simple siervo.
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